La incursión en Arsmate nació de una necesidad concreta: complementar ingresos. Consciente del estigma social que acompaña esta industria, se lanzó a la aventura con una mezcla de curiosidad y determinación. "Quería ver si realmente valía la pena", confiesa. Y aunque sabía que su decisión implicaba riesgos, estaba lista para enfrentarlos.

Todo comenzó una noche cualquiera, la que María Paz Arancibia (@ellaladiosa), de 34 años, recuerda como "el gran día". Cumpliendo con sus rutinas maternales y domésticas, lavando platos y enfrentando las responsabilidades diarias, sintió que era el momento. Y cuando todo estuvo en calma, decidió dar el primer paso en su nueva aventura: subir contenido a Arsmate. “Fue un inicio artesanal", recuerda. Con un trípode casero y un teléfono que dejaba mucho que desear, se lanzó a la creación de contenidos. Esa noche estaba segura de sí misma y satisfecha con las fotos que se había tomado. Las subió y, al día siguiente, todo explotó: al mediodía, un compañero le comentó que La Cuarta había publicado un gran titular sobre su cuenta. "Ahí se destapó todo."

La noticia de que María Paz, periodista de CHV Noticias, tenía Arsmate, se viralizó; cada medio encontraba un ángulo distinto desde donde abordar su destape, visitaban su Instagram y tomaban información de ahí. Ese estallido mediático, lejos de afectarla, fue una oportunidad invaluable de visibilidad. “Estoy muy agradecida de la buena onda y el permanente apoyo de los colegas", comenta.

Para su sorpresa, la reacción de su entorno laboral fue completamente respetuosa. Su empleador la escuchó y acordaron que, si podía mantener el equilibrio entre ambas facetas, no habría problema en seguir adelante. Desde entonces, su rutina ha continuado en armonía, dividiendo su tiempo entre su rol de reportera, creadora de contenido y un nuevo proyecto en streaming con My World, un espacio donde hablará sobre placer femenino, citas y los desafíos de los treintañeros que transitan caminos no tradicionales.

Mientras que la reacción de su núcleo familiar, aunque al principio fue reticente, lograron aceptar su decisión. Las primeras semanas fueron difíciles, con alguna distancia emocional. Pero el respeto y la paciencia dieron frutos y la relación familiar se estabilizó. “Ahora, están a mi lado, disfrutando también de este momento", confiesa.

Con la vista puesta en el futuro, se siente plena y agradecida con sus suscriptores, quienes, aunque no la tienen a tiempo completo, reciben contenido pensado especialmente para ellos. “Tengo un estilo, un carácter, y quiero fluir en eso. Mientras sea yo misma, estaré feliz con lo que entrego”, asegura. Y aunque su contenido se mantiene auténtico, no descarta un giro más producido, sensorial o quizás una próxima colaboración. Para ella, esto es solo el comienzo; promete seguir innovando y sorprender con cada publicación.

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